CUCHARA CUCHILLO TENEDOR

 Y me parecía que la cubertería de cada hogar era distinta e identificativa con quien la usaba.

Por ejemplo un abuelo que vive solo probablemente conserve algún cuchillo y cuchara con el mango de madera, y es esa calidez en el material la que hace que se sienta acompañado cuando se sienta a cenar solo . También podríamos hacer una relación entre edad-vasos de duralex que se conservan.

Imagino también que para la pareja que acaba de ser padres, la cubertería disipa bastante del primer ejemplo. Imagino pues que en el primer cajón de su cocina encontramos 6 cucharas, 6 tenedores y 6 cuchillos, 6 de cada; en realidad lo que viniera en el pack. Y quizá se hayan hecho con alguno de plástico, pensando en el niño. No más, no esperan grandes banquetes. No encontrarás palas de pescado o tenedores con tres púas. Nada de ornamentaciones en los mangos de los cuchillos. De momento son una familia básica con una cubertería básica.

Luego está por ejemplo el lugar donde vivo, donde sí hay cantidad doble sobre lo que viene en un pack. Sí se esperan amigos, colegas utilicen tanto cacharro. Pero no hay modelo a seguir. Si el piso se comparte la cubertería pasa a ser un mix de las casas de las madres de los inquilinos. Y aquello parece un bazar barato , a cada taza más friki.

También podemos abrir más cajones, más mobiliario...
e imagino ( y sé) que las familias con ingresos medios, la llamada clase media no tiene una, sino dos cuberterías.
Tiene una que se pone a diario, en la que faltan piezas y otras bailan. Curioso que ocurre como con los compañeros de piso, se entremezclan razas de cuchillos y cucharas. Bueno, las cucharillas no son a juego con el resto de cubertería, pues ya han desaparecido unas cuantas.

Y en la casa del marchante de arte, que a su vez es magnate del petróleo, pues se come con la vajilla de plata del Titanic si hace falta. Innumerables tenedores a tu izquierda y tres cucharas a la derecha. Esta es una cubertería especial, es la única que el comensal solo manipula para ingerir alimentos.
Son otras personas ( quizá con cubertería como decíamos antes, de piezas dispares y viejas) las que los lavan después de usarse.

Los hay que solo usan cubiertos de restaurante y los hay que no tienen un triste tenedor.
La vida es injusta, no iba ser diferente para una cuchara